Primero pensé en tí,
cuando por fin me quedé dormido, soñé contigo,
y al despertar, de nuevo, pensé en tí.
Y así un día después de otro,
intentando comprender la historia de tu corazón,
intentando sentir lo que tú has sentido.
Imposible de evaluar tanto amor
en tus manos, en tu corazón, en tu mente.
Tanto amor ahogado en lágrimas,
tantas lágrimas ahogadas en silencio,
tanto silencio ahogado en incomprensión.